miércoles, 3 de noviembre de 2010

Juventud, divino tesoro -publicado anteriormente en "Enpuntomuerto"

Una amiga mía repite lo que les voy a contar con frecuencia, y va a adivinar que me refiero a ella cuando lea esto. Le dice a sus alumnos que están con una enfermedad, que tienen un defecto encima: la adolescencia. Y en parte, no deja de tener razón "sonoramente" puesto que "adolecen" de algo. (DRAE, causar dolencia o enfermedad/ cargar con un defecto) -no tomar en cuenta la ortografía en este caso, por favor-.

En el largo camino hacia la madurez, los adolescentes van descubriendo un mundo repleto de posiblidades y empiezan a jugar con la libertad que ahora creen les pertenece para hacer lo que les provoca. En ese camino, van aprendiendo que no es así. Con pena hay algunos adultos que lo siguen creyendo y practicando.

Uno de los aspectos que los "agarra" desprevenidos (a pesar de las clases de educación sexual que imparten en la mayoría de los colegio) es cómo manejar ese "milkshake de hormonas" que tienen por dentro y los carcome desayuno, almuerzo, comida, despiertos, dormidos, en los momentos menos indicados... Tarde o temprano, lo manejan medianamente bien: física, emocional y hasta académicamente.
Hoy quiero compartir con ustedes algo escrito por un adolescente al cual jamás tuve el gusto de conocer (estimo que debe ser muy divertido) , salvo por la prueba escrita que tuve que revisar -como Evaluadora Externa de su institución- .

Las palabras que van a leer no han sido editadas o sea que prepárense: son tan precisas y reales que terminan siendo una verdadera delicia.

siendo un adolescente, lamento informarle que mi mente tiende a encontrarle un significado sexual a absolutamente todo (al igual que mis compañeros). Así que, al poema... le he encontrado una connotación sexual y lo analizaré por siguiente.

A buen entendedor, pocas palabras.

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